9.3.08

"POR EL SENDERO VENÍA AVANZANDO UN VIEJECILLO..."

Abelardo Castillo, escritor argentino (1935)
Puedo decir que asistí a un solo taller literario en mi vi­da y que duró alrededor de cinco minutos. Yo tenía dieciséis o diecisiete años, había escrito un cuento muy largo llama­do "El último poeta" y consideraba que era, naturalmente, extraordinario. Se lo fui a leer, una tarde, a un viejo profesor sin cátedra que vivía en las barrancas de San Pedro, un hom­bre muy extraño. Bosio Arnaes se llamaba. Leía una cantidad de idiomas. Recuerdo que tenía un búho, papagayos, un enorme mapamundi en su mesa. Él mismo se parecía a un búho, pájaro, dicho sea de paso, que fue el de la sabiduría en­tre los griegos. La penúltima vez que lo vi, el viejo estaba casi ciego, pero se había puesto a aprender ruso para leer a Dostoievski en su idioma original. Eso la penúltima vez. La última, estaba leyendo a Dostoievski, en ruso, con una lupa del tamaño de una ensaladera. Era un hombre misterioso y excepcional. En San Pedro se decía que era el verdadero au­tor del libro sobre los isleros que escribió Ernesto L. Castro y del que se hizo la famosa película. La novela original era una novela vastísima de la que, se decía, Castro tomó el te­ma de Los isleros. No importa si esto es cierto; era una de esas historias míticas que ruedan y crecen en los pueblos.

De modo que fui a la casa de la barranca y comencé a leer mi cuento, que empezaba exactamente con estas pala­bras: Por el sendero venía avanzando el viejecillo… y ahí ter­minó todo.

Bosio Arnaes me interrumpió y me preguntó: ¿Por qué "sendero" y no “camino”?, ¿por qué “avanzando” y no caminando"?, en el caso de que dejáramos la palabra sendero, ¿por qué "el" viejecillo y no "un" viejecillo?, ya que aún no conocíamos al personaje; ¿por qué "viejecillo" y no "viejecito", "viejito", "anciano" o simplemente "viejo"? Y sobre todo: ¿por qué no había escrito sencillamente que el viejecillo venía avanzando por el sendero, que es el orden lógico de la frase? Yo tenía diecisiete años, una altanería acorde con mi edad y ni la más mínima respuesta para ninguna de esas pre­guntas.
Lo único que atiné a decir, fue: "Bueno, señor, por­que ése es mi estilo".
Bosio Arnaes, mirándome como un lechuzón, me respondió:
-Antes de tener estilo, hay que aprender a escribir.
(Tomado de "Ser Escritor", 3ª edición, Ed. Seix Barral, 2007, Abelardo Castillo)
Ver también entrada "Noche para el negro Griffiths"

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5 Comments:

Blogger Ruska said...

Wa, que historia, debo decir que en parte me siento identificada. Yo tengo menos de 17, pero escribi un par de novelas, y conosco a una escritora de la zona que tambien se esta quedando ciega, y tengo el presentimiento de que si alguna vez le presento alguna de las que escribí me dira las mismas cosas, y yo le diría lo mismo "es mi estilo", y si me dice que aprendiese a escribir no le reprocharia nada, puesto que no fui a ningun taller literario en mi vida xD
En fin, muy buen blog, ahora le doy un vistazo a los otros... gracias por pasarte ^^
saludos!

10:47 p. m.  
Blogger Luciano Doti said...

Sí, antes hay que aprender a escribir, pero tambien es bueno intentar escribir algo de mientras; soy de los que creen que se aprende sobre el camino, o sea, aun que uno todavia no sea un erudito, debe empezar a bocetar algo.

6:13 p. m.  
Blogger Pedro de Mendoza said...

me parece genial la historia y totalmente cierta...
y en este caso disiento con doti, yo no creo que se aprenda sobre el camino.. eso es solo para los genios...
yo hago pintura y siento que es exactamente lo mismo... conozco gente que cree que sus pinturas son geniales pero cuando les preguntas "porque pusiste eso ahi?" simplemente te responden "me parecio que quedaba bien".. los años de aprendeizaje por lo menos hacen que cuando uno ponga algo, lo sustente con conocimiento

2:30 p. m.  
Blogger -.M.- said...

Ya no me acuerdo cómo llegué hasta tu blog, pero me parece muy bueno.
Saber o aprender a escribir es todo un tema y se lo puede abordar desde muchos lugares.
Hace unos años me inscribí para cursar una carrera de grado en una universidad privada. Una de las cosas que más me sorprendió es que durante los dos primeros años debía aprobarse la materia "Comunicación verbal y escrita". Pensé que me estaban tomando el pelo pues enseñaban lo mismo que se suponía que habíamos aprendido desde la primaria en adelante.
Al final comprobé que era más que necesaria. Te hablo del año 2000, creo que ahora, a casi 10 años de entonces, la cosa debe ser peor.
Saludos

10:23 a. m.  
Blogger unServidor said...

En reconocerse aprendiz está el origen de la maestría que luce Castillo.

5:51 p. m.  

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